RECUERDOS DE PROVINCIA

El matemático sanjuanino que triunfó en Buenos Aires y fue opacado por Sarmiento

Saturnino Salas pasó de ser becado para estudiar en la capital del país, a ayudante de sastrería, estar a cargo de la cátedra de física en la UBA y ser enterrado en el exclusivo Cementerio de La Recoleta.
lunes, 20 de diciembre de 2021 · 10:51

Si a los sanjuaninos les trajeran el nombre de Saturnino Salas, seguramente casi el 100% no tendría idea de quien fue, cuáles fueron sus logros y méritos. Una sola escuela de la provincia ubicada en la localidad de El Rincón Caucete, lleva su nombre. Sin embargo, su paso por este mundo fue destacado y productivo para la patria. Con herencia científica, este ingeniero tuvo a su cargo la catedra de física de la Universidad de Buenos Aires (UBA), confeccionó el primer plano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y fue enterrado en el exclusivo Cementerio de La Recoleta.

Para Salas todo empezó en la Escuela Patria creada por Ignacio de la Roza. En el establecimiento educativo exclusivo de hombres. Fue compañero de Antonino Aberastain y del mismísimo Sarmiento. Con el paso de los años, el prócer llegó a tenerle una estima muy grande por su dedicación y logros en su área, a cuenta de que en San Juan los profesionales que abundaban eran médicos y abogados, y el matemático destacaba desde los kilómetros que separan a Buenos Aires de la provincia.

El sanjuanino, que desde temprana edad mostró tener grandes aptitudes para las matemáticas, fue becado por Ignacio de la Roza para hacer sus estudios secundarios en Buenos Aires. Sin embargo, en la capital del país la vida pondría a prueba su capacidad de seguir adelante, puesto que por decisiones políticas, su escuela fue cerrada y él tuvo que abandonar provisoriamente sus estudios y ser zapatero y ayudante de sastre.

El traspié ajeno a su desempeño académico no lo hizo abandonar su vocación de estudio. La herencia paterna empezó a aflorar fuertemente en él. El hombre estudió y se convirtió en ingeniero físico. Con el paso de los años llegó a estar de a cargo de la catedra de física de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Su amor por la cartografía lo llevó a ser el primero en confeccionar el primer plano de la Ciudad de Buenos Aires, para luego ser invitado en otras partes de aquella provincia a hacer lo mismo, puesto que quedaba a la vista los resultados de su profesional trabajo. Si bien el sanjuanino nació en el seno de una familia adinerada, su profesionalismo y dedicación  lo hicieron ver como persona destacad en la capital del país. Tenía a quien salir, puesto que su padre, un inventor de estas tierras, dio a luz a la primera bomba hidráulica para la minería.

Su amor a la física lo llevo a pertenecer a la comunidad científica de Berlín y de Londres, para después ser uno de los propulsores de la Sociedad Científica Argentina. Salas, este gran estudioso sumamente reconocido, cuando falleció tuvo un lugar en el exclusivo Cementerio de la Recoleta, y en lo que respecta de homenajes, solo una escuela en Caucete lleva su nombre.

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