Mira, el sanjuanino por el mundo

Hoy Jordania

Terminado nuestra visita por tierras turcas y nos tomamos un avión hacia Jordania. Lo primero que debemos hacer en el moderno aeropuerto de Ammán? Conseguir dinares jordanos y alquilar un coche. Nuestro destino final: Petra.
domingo, 23 de agosto de 2020 · 10:00

Lo primero que le dijimos al señor de la agencia era que cambiara el idioma del GPS porque estaba en árabe y que nuestro destino sería Petra.

Nos dice que está todo ok, no despide y salimos. Sabíamos que teníamos que dirigirnos al sur, recorrer unos 250 km y después de unas 3 horas llegar a la ciudad de Petra. Qué pasó?

El GPS nos hizo circular por el centro de Amman y diez minutos después nos dice que habíamos llegado a destino. Como puede ser?

- Dónde estamos?

- Este muchacho, se equivocó y nos puso cualquier cosa! Mirá, ese edificio de la esquina dice Hotel Petra. Eso puso. Y ahora qué hacemos?

- Volvemos al aeropuerto o seguimos viaje?

- Hay un mapa ahí dentro, que dice?

- No tengo idea. Está en árabe!

- Me acuerdo que un amigo dijo que estuvo en Petra y se quedó en el hotel Hilton.

- Ok busquemos el Hilton de Petra y después buscamos el nuestro.

- Dice unas 3 horas al sur, si no es ahí estamos fritos.

- Tiene que ser ahí. Vamos.

En la ciudad de Amman se codean los edificios modernos, con los hoteles, restaurantes y galerías de arte modernas con las cafeterías tradicionales y cientos de talleres de artesanías y en cualquier rincón de la ciudad se muestra el pasado de la ciudad. Amman formó parte de la Decápolis con el nombre de Philadelphia, es tanto una ciudad romana, con sus teatros, foros, templos y avenidas, como musulmana, con coloridas y variadas mezquitas, como cristiana, con sus bellas iglesias bizantinas.

Mientras vamos camino a sur, te cuento que Jordania está ubicado en el Oriente Medio y limita con Siria, Irak, Arabia Saudita, el mar Rojo, el mar Muerto, Israel y Cisjordania. Por estas tierras pasaron pueblos, culturas, imperios, naciones y todos dejaron su huella. Gracias a su ubicación estratégica, los países de la región fueron el nexo entre Asia, África y Europa y por eso el interés de muchas potencias, especialmente por las llamadas Ruta de la Seda y Ruta de las Especias, que atravesaban zonas de África, China, India, Persia, Arabia, Medio Oriente y llegaban a Europa.

Alrededor del siglo II a.C, los amoritas llegan a orillas del Jordán, en Canaán. Luego llegarían egipcios, israelíes, asirios, babilonios, persas, griegos, nabateos, romanos, árabes musulmanes, cruzados cristianos, mamelucos y turcos otomanos.

Hacia el 1.200 a.C, emerge un país con tres reinos: Edom en el sur, Moab cerca de  Wadi Mujib y Ammón (actual Amman) al norte. No se sabe si tuvieron relación entre ellos, lo cierto es que al establecerse Israel, ocurrieron algunos conflictos con ésta nación vecina.

Israel tenía un gran poder militar, dominaba la zona de Siria y Palestina y entraba en conflictos con sus vecinos. Bajo el liderazgo del Rey David, la población de Moab sucumbe al control israelita, consuman una venganza sobre Edom, masacrando a la población masculina y en Ammón la población fue obligada a trabajos forzados bajo sus nuevos amos judíos. Sin embargo, el poder israelita resultó ser efímero y después del breve pero ilustre reinado del Rey Salomón, el reino se divide en Israel y Judea.

Los 3 reinos se unifican gracias a su relación comercial, pero la alianza no fue tan fuerte como para resistir el poder de sus vecinos y fueron arrollados por nuevos amos: asirios, babilonios y persas. Pasarían siglos para que Jordania logre una identidad propia.

Ya en el siglo XX y gracias al acuerdo Sykes-Picot de 1916, tanto Francia como el Reino Unido dividen ésta región del Medio Oriente y al finalizar la Primera Guerra Mundial, el Reino Unido crea un corredor desértico para comunicar Irak y Palestina, ocupadas por los británicos, para aprovisionarse riquezas.

Gran Bretaña promete la creación de un Estado árabe independiente que abarcaría Arabia Saudita, Siria, Líbano, Palestina, Israel, Jordania e Irak, promoviendo una Rebelión Árabe, que no logra su objetivo de negociaciones de paz, pero llevan al nacimiento del moderno estado de Jordania. En 1919 los británicos llegan a un acuerdo con el Rey Faisal de Arabia y le concede jurisdicción sobre Iraq, mientras que su hermano mayor Abdalá es proclamado gobernador del Reino de Transjordania.

En 1921, un joven Winston Churchill, dibuja las fronteras y Abdalá establece la capital en Ammán. Gran Bretaña lo reconoce como estado independiente bajo su protección y crea una fuerza de defensa llamada Legión Árabe con oficiales británicos. Uno de ellos fue Lawrence de Arabia. Años después, ingleses y árabes derrotarían a los turcos que eran aliados de los alemanes en el Medio Oriente.

La independencia llegaría en 1946 cuando Abdalá es proclamado rey, quien se muestra contrario a la creación del Estado de Israel en 1948.

En 1949 le deja el control de Cisjordania y se propone que las líneas de demarcación se establezcan sin perjuicio de futuros límites territoriales. Un año después, Abdalá toma el poder bajo el título de Rey de Jordania y Palestina y el país se convierte en una monarquía constitucional, donde el rey ostenta los poderes ejecutivos y legislativos.

En la década moderna, Jordania apoyó diplomáticamente a Irak durante la Guerra del Golfo de 1990 y al año siguiente, junto a Siria, el Líbano y Palestina, participaría en negociaciones de paz con Israel patrocinadas por los Estados Unidos y Rusia.

Ok, sigamos viaje.

Camino a Petra

Para ir desde Amman hasta Petra podés tomar varios caminos, pero depende de tus urgencias para llegar.

La Ruta 35, llamada El Camino de los Reyes, corre de Amman hasta Aqaba en las costas del Mar Rojo y cruza desiertos y zigzagueantes caminos de montañas, con fortalezas de la época de las cruzadas. Unas de ellas, es el Castillo de Shobak que fue construido por Balduino I en el siglo XII y detuvieron durante un año y medio las tropas de Saladino.

Pasas por Madaba, La Ciudad de los Mosaicos, en donde está el mapa de Tierra Santa, más antiguo del mundo,  construido con dos millones de mosaicos, sobre el suelo de la Iglesia Ortodoxa de San Jorge.

También está el Monte Nebo, en donde según la Biblia, Dios le dijo a Moisés. “Sube al monte Nebo que está en el país de Moab, frente a Jericó y contempla la tierra de Canaam que doy en propiedad a los israelitas. En el monte al que vas a subir, morirás e irás a unirte con los tuyos, verás la tierra, pero no entrarás en ella”. Hoy, el Monte Nebo, es un sitio conmemorativo, con un monasterio franciscano y un sitio arqueológico que atrae a visitantes, no solo por su importancia religiosa sino también por su valor artístico.

Para hacer esa ruta más desértica y solitaria podés tardar más de 5 horas, pero tal vez te lleve todo el día si te detenes a realizar todas las visitas.

Nosotros fuimos por Ruta 15, que es una autopista más transitada y como dijimos antes nos llevó unas 3 horas recorrerla ya que no teníamos deseos permanecer en el desierto al anochecer.

Pero no todo era tan sencillo.

Horas después, el GPS nos dice que para Petra debíamos continuar derecho unos 50 km, pero una señal en la ruta, nos dice que debemos doblar a la derecha y hacer 30 km.

Doblamos o seguimos?

Decidimos doblar y hacer el tramo más corto. En el trayecto, nos encontramos sólo con más desierto. Seco, árido, polvoriento y por lo que parece, hace mucho que no circula nadie por allí. Y lo más cómico de todo. Ninguna indicación que muestre que vamos en dirección correcta.

Decidimos seguir, porque si no debemos retomar la ruta por donde veníamos antes.

- Estaremos yendo bien?

- No sé, acá el GPS perdió la señal. Qué hacemos?

- Mirá me parece que allá se ve un pueblo, supongo que tendremos que pasar por ahí, porque para llegar a Petra falta un rato todavía.

- Ok vamos

- Hay unos chicos caminando por el medio de la calle, andá despacio.

- Que nos dicen? No sé qué quieren. Querrán que los llevemos? Lo siento pero ni en pedo paro por acá!

Ya más aliviados, el GPS recupera señal y seguimos viaje. Unos kilómetros adelante la ciudad de Petra nos dá la bienvenida hasta el hotel Hilton que buscábamos al principio. Nuestro hotel no estaba tan lejos, pero definitivamente no es el Hilton.

La gente en Petra es cordial y amistosa. Te hablan en inglés y algunos te hablan español lo que la hace más amigable. El turismo se concentra en masa y los idiomas se mezclan. Para relajar un poco, a la noche fuimos a cenar. El menú? sambousek, que son unas mini empanadas de queso y vegetales, después currys de cordero y cerveza jordana, amarga y sin alcohol porque el Islam no lo permite. Para terminar, backlavas y té de mentas.

Antigua ciudad de Petra

Mucho se habló de ésta ciudad que permaneció perdida durante siglos, pero la verdad es que al ver éste lugar, uno queda impactado. Petra es sin dudas, el tesoro más preciado de Jordania y su atracción turística más importante en la zona de Wadi Musa.

Es una enorme ciudad excavada en las rocas por los nabateos, que eran una tribu árabe que se establece en la zona y la convierte en ciudad de paso que conectaba, a través de las rutas de la seda y las especias, a China, India y el sur de Arabia en Oriente, con Egipto, Siria, Grecia y Roma en Occidente. Se dice que en ésta ciudad llegaron a vivir más de 50.000 personas.

En el siglo III a.C el pueblo nabateo se refugia acá y la convierte en parada de caravanas de las rutas de comercio. En el año 63 a.C, los territorios son conquistados por Pompeyo y anexados al Imperio Romano en su campaña para reconquistar las ciudades tomadas por los hebreos. Sin embargo, después de la victoria, el imperio le otorga autonomía, con la obligación de pagar impuestos y proteger las fronteras de las tribus del desierto. En el 105 d.C. los romanos la anexan a la actual Jordania, bajo el nombre de Arabia Pétrea, con Petra como capital. La provincia intenta rebelarse sin éxito en el siglo III.

En el año 325 la cristiandad se convierte en una de las religiones del imperio y eso influye en Petra. En el 330, el emperador Constantino I El Grande crea el Imperio Romano de Oriente, con su capital en Constantinopla y Petra pasa a ser parte del Imperio bizantino, por lo que se difunde la fe cristiana mediante la construcción de iglesias.

La apertura de rutas marítimas en la época romana le dá un golpe fatal a Petra, ya que las rutas comerciales que pasaban por la ciudad se desvían y después de siglos de peleas, Petra es abandonada hasta el siglo XIX, cuando el explorador suizo Johann Burckhardt en 1812, un apasionado de la cultura musulmana que se hacía llamar Sheikh Ibrahim, se gana la confianza de los habitantes locales y consigue que lo lleven a conocer esa antigua ciudad perdida de la que se hablaba. Desde entonces, los trabajos sacaron a la luz imponentes templos, memoriales, tumbas, un teatro y las canalizaciones de las aguas, que escriben una página única de la arquitectura y del urbanismo de la ciudad.

Tras cientos de batallas, conquistas y nuevos imperios, éste territorio comienza a ser administrado por los turcos otomanos desde 1518.

Hasta acá parte de la historia, pero vamos a la actualidad.

Para entrar a la ciudad hay que caminar un estrecho cañón de más de 1.200 mts de largo, llamado Siq, ubicado dentro de un acantilado, cuyos muros se eleva 80 mts y en algunos sitios tiene sólo dos metros de ancho. A lo largo de todo el desfiladero hay una serie de canales tallados que aseguraban la provisión de agua para la ciudad.

Este cañón, garantizaba una defensa fácil y le daba seguridad a las caravanas. Aunque en un principio, los nabateos saqueaban esas caravanas que transportaban mercancías entre el Índico, el mar Rojo y el Mediterráneo para acabar ofreciéndoles el refugio.

Ya el simple hecho de caminar a través del Siq es una experiencia inolvidable. Los colores y las formaciones de las rocas son deslumbrantes. No está permitido el acceso de vehículos motorizados, pero si tenés dificultades para caminar podés ir a caballo o en carruaje, para luego continuar por el valle a lomo de burro o camello.

Cuando caminas por éste cañón, tenes la sensación de acompañar a Harrison Ford en Indiana Jones y la Última Cruzada, en el momento en que él y Sean Connery, en el papel de su padre, entran a caballo a la antigua ciudad y se sorprenden al ver Tesoro de Petra, llamado Al-Khazneh, el más conocido de la ciudad. Según la película, dentro del edificio se encontraba el Santo Grial, que usó Jesús durante La Ultima Cena y estaba custodiado por un Caballero Templario. El que beba del verdadero Grial, alcanzará la inmortalidad.

A pesar de ser conocido como el Tesoro, se considera que pudo haber sido un templo o una tumba real construida durante el siglo I a.C, y es una gran muestra de ingeniería de este pueblo. En su cúpula superior, en forma de urna, aún se ven impactos de balas y se cree que fueron realizados por los otomanos que buscaban un tesoro, que según dicen escondieron los beduinos, fruto de sus saqueos.

Hoy no está permitido el ingreso al edificio pero igual te sentís dentro de la película. Esta inmensa fachada, de 30 m de ancho y 40 m de alto, tallada en la roca rosa pálida eclipsa todo a su alrededor.

La antigua ciudad de Petra fue declarada patrimonio de la Humanidad en 1985 y es considerada una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno desde el 2007. También se puede visitar el templo de Los Leones Alados, el Teatro Romano con capacidad para 8.500 espectadores, las Tumbas Reales o el Qasr al-Blint, llamado Castillo de la Hija del Faraón, que es una de las pocas estructuras construidas en lugar de ser tallada en roca. El edificio fue destruido por un terremoto y reconstruido más tarde. Y por supuesto, es necesario que ejercites tus piernas y tengas paciencia, para subir los 800 escalones entre murallones y barrancos, hasta llegar a Gebel Ad Deir, que es el nombre árabe dado al Monasterio, ya que en su interior se encuentran cruces talladas de la época bizantina. En tu subida es posible que te encuentres con burros subiendo o bajando turistas, con lugares de difícil acceso, con beduinos con ojos pintados listos para las fotos y también con muchos puestos de souvenires.  Si vale la pena hacer tanto esfuerzo para llegar hasta ahí? Por supuesto que sí.

Al llegar al valle, podés descansar, tomar un té, hacer compras o contemplar el lugar.

Si bien ubicarse frente al Monasterio impresiona, las mejores imágenes las podés tener desde las alturas, por lo que es necesario seguir subiendo para ver los templos y el valle en todo su esplendor. Eso es lo que yo hice, mientras Silvia se quedó descansando. Hay más escalones, la subida es dura, no suben tantas personas y ni burros que ocupan todo el camino y al llegar a la cima, te pudo decir que las vistas son espectaculares. Bien vale la pena el esfuerzo.

Para volver, tenes que hacerlo con tiempo porque no sólo hay que bajar esos escalones, sino también los 800 escalones para llegar hasta el edificio del Tesoro y luego recorrer el cañón hasta la entrada del gran complejo. Este trayecto puede llevarte todo el día y muy posiblemente quedes agotado, así que tómalo con calma pero con tiempo.

Una visita al Hammam?

Un Hammam es el baño turco más famoso y yo me había quedado con ganas de visitar uno en Turquía, así que antes de ir a cenar, visité uno para sacarme mi curiosidad.

Allí te reciben con un té de mentas, te invitan a descansar, a quitarte la ropa, usar sólo una toalla y esperar en un recinto cerrado con alta temperatura y mucho vapor. Este proceso permite eliminar toxinas del cuerpo y tiene como finalidad la relajación y disfrute de todo lo que sigue en torno al baño.

Diez minutos después se abre la puerta y el empleado me pregunta si estaba todo bien y que volvía en unos minutos para empezar con la sesión de masajes.

- Ok no hay problemas, yo te espero.

Quince minutos después, el mismo empleado aparece de nuevo y me dice:

- Disculpa pero justo es el momento de la oración. No te molesta que vaya a orar y después empezamos?

- Ok, por mí no hay problemas. Anda a orar tranquilo que yo sigo esperando!

Al terminar, el muchacho me agradece y me pide que me recueste sobre un mesón de mármol, en donde comienza a tirarme agua tibia, al tiempo que me enjabona con una gran esponja. Una vez que estoy enjabonado comienza el masaje, para luego continuar fregándome con un paño áspero que desprende la piel muerta, para terminar con otro enjabonado completo y un baño con agua fría. El paso de agua caliente a la fría, puede parecer una  tortura, pero termina siendo relajante.

Al final, me hace pasar a otra habitación mucho más caliente y apenas se puede ver por el vapor, para terminar con una ducha tibia y un té de despedida. Después de esto, ya estoy listo para la cena y a descansar porque mañana salimos temprano para Ammán.   

Volvemos a Amman?

A la mañana siguiente debíamos volver ya que nos esperaba un vuelo con destino a Egipto. Pero ésta vez tomamos la Ruta 65, que durante un largo tiempo corre a lo largo del Mar Muerto y las diferencias son notorias: de un lado se encuentra Jordania y del otro lado Israel y Cisjordania.

Del lado jordano las torretas armadas de vigilancia se distribuyen a lo largo  y sobre el final de sus 80 km de largo, las cadenas de hoteles internacionales y sus cuidadas playas privadas.

El mar Muerto se encuentra a 420 bajo el nivel de mar, recibe las aguas del rio Jordán, aquel en donde fue bautizado Jesús y algunos afluentes menores, ya que las lluvias son escasas y se construyeron represas del lado israelí que hicieron disminuir el caudal de agua hacia éste mar, que no tiene salida, y es una de las razones por el que es tan salado. Diez veces más salado que los océanos. Los minerales que ingresan se depositan allí para siempre y el agua sólo puede eliminarse por evaporación, por lo que el mar no solamente va perdiendo volumen sino que además va dejando a la luz, algunas grandes estructuras naturales de sales que se formaron con el paso de los siglos.

Las aguas son ricas en calcio, magnesio, potasio y bromo. El barro cargado con minerales y nutrientes tiene propiedades curativas para personas con enfermedades reumáticas o psoriasis. Incluso existen empresas locales que elaboran productos de belleza o cuidado de la piel a base de éstos recursos naturales. Y debido a su alto potencial alcalino, los cuerpos flotan y es posible ver turistas flotando mientras leen el diario. La mayoría de las playas son privadas y las cadenas hoteleras se extienden a lo largo del mar de una ancha franja. Sobre el final del mar, los locales pueden disfrutar del mar aunque las playas son sucias y pedregosas.

Cerca de ésta zona se encontraron 900 manuscritos divididos en fragmentos que fueron descubiertos por pastores beduinos en 1947 y fueron elaborados en cuero y papiros, entre los siglos I y III a.C, que estaban ocultos en la Cuevas de Qumrán, territorio que hoy le pertenece a Cisjordania. Entre esos documentos están las copias más antiguas que se conocen de los libros del Antiguo Testamento.

Si tenés más tiempo, te cuento que podes acercarte a Betania, junto al Jordán en donde se dice que San Juan Bautista bautizó a Jesús y por supuesto, tanto desde el lado israelí como del lado jordano, dicen que ellos tienen el lugar exacto del bautizo.

Del lado jordano se encontraron ruinas en la ruta de peregrinación de los primeros cristianos, que dicen que podría ser el lugar del acontecimiento escrito en los Evangelios y que estarían dedicadas al profeta Elías. No vas a encontrarte con un río ancho, sino estrechos canales por los que el agua discurre muy lenta, ya que el caudal del Jordan también disminuyo.

De todas formas, Betania fue el lugar donde se estableció Juan Bautista, donde Jesús fue bautizado y donde también oró por primera vez ante Dios, reuniendo a sus primeros discípulos y por eso éste lugar ya fue visitado por los papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.

Jordania en el cine

Uno de los lugares más elegidos para las producciones cinematográficas es el desierto de Wadi Rum, además de Ammán y Petra.

Desde las ya nombradas Lawrence de Arabia (1962) e Indiana Jones y la Última Cruzada (1989) a otras como El regreso de la momia (2001) con Brendan Fraser; Vivir al Límite (2008) que cuenta la vida de especialistas que desarman bombas en Bagdad y otros sitios de guerra; Transformers: la venganza de los caídos (2009), con Petra como escenario principal; Prometeo (2012), un relato futurista donde científicos y exploradores viajan por a un planeta remoto recién descubierto; La noche más oscura (2012), que muestra la historia de la captura de Osama bin Laden en Pakistán; Marte (2015), donde Matt Damon interpreta a un astronauta abandonado a su suerte en el planeta rojo; Rogue One: una historia de Star Wars (2016), donde el desierto de Wadi Rum representa al planeta Tatooine y Aladdin (2019), protagonizada por Will Smith en el papel de genio.

Compartimos lo vivido en Jordania

Hasta acá llegamos, esperando que te haya gustado ésta nota. Te esperamos la próxima semana para visitar Egipto.

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