Mira, el sanjuanino por el mundo

Hoy Italia – Última Parte

Las semanas anteriores les mostramos una parte de la Costa Amalfitana hasta llegar a Nápoles. Hoy visitaremos Roma, el Vaticano y una pequeña escapada a la romántica Florencia. Vení que te contamos como nos fue.
domingo, 24 de enero de 2021 · 13:00

Roma

Desde la antigüedad se la conoce como La Urbe o La Ciudad Eterna. 

Su historia abarca unos tres milenios y durante su apogeo llegó a extender sus dominios sobre toda la cuenca del Mediterráneo y gran parte de Europa, Oriente Próximo y África del Norte. Y como capital del Imperio Romano, llegó a ser la primera gran metrópolis de la humanidad y el centro de una de las civilizaciones antiguas más importantes. Influyó en cultura, lengua, literatura, música, arte, arquitectura, filosofía, gastronomía, religión, el derecho y la moral de los siglos sucesivos. Es la ciudad con la más alta concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo y su centro histórico está rodeado por antiguas murallas aurelianas, es la máxima expresión del patrimonio histórico, artístico y cultural del mundo occidental.

Roma es el corazón geográfico del Catolicismo, el destino de peregrinación y la única ciudad del mundo que tiene en su interior una entidad estatal autónoma: la Ciudad del Vaticano. Por ese motivo es conocida como la capital de dos Estados.

SPQR, es un vocablo en latín que significa Senatus Populus Que Romanus (El Senado y el Pueblo de Roma). La sigla la encontras grabada en cada muro y en cada monumento de la ciudad, atestada de turismo y en la antigüedad la sigla indicaba las dos clases de la sociedad romana: los patricios y los plebeyos.

Si bien no nos recibió una fanfarria de trompetas que adornadas con banderas de las legiones se elevaban al cielo anunciando la llegada de los nuevos visitantes, si nos recibieron los bocinazos que al unísono que hacían sonar los coches en cada semáforo en rojo. Y como todos los caminos conducen a Roma lo relacionas con bandas musicales y producciones de cine.

Rómulo y Remo

La fundación de Roma fue en 753 a.C. y según antiguas fuentes, la fundación de la ciudad se relaciona con el mundo griego, ya que se dice que los fundadores tenían ascendencia troyana. La leyenda presenta al príncipe troyano Eneas, como antepasado de Rómulo y Remo, quien se convirtió en rey. La leyenda cuenta que Ascanio, hijo de Eneas, fundó la ciudad de Alba Longa a orilla derecha del río Tíber y ahí reinaron muchos descendientes hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio, quien destronó a Numitor y condena a su hija Rea Silvia, a ser sacerdotisa de la diosa Vesta para que permaneciese virgen. Pero Marte, el dios de la guerra, engendró en Rea Silvia a los mellizos Rómulo y Remo.

Cuando nacieron y para salvarlos, fueron arrojados al Tíber en una canasta que encalló en la zona de las siete colinas cerca de la desembocadura del Tíber en el mar.

Una loba, llamada Luperca, se acercó a beber, los recogió y amamantó en su guarida del Monte Palatino hasta que finalmente, los rescató un pastor cuya mujer los crió. Ya adultos, los mellizos reponen a su abuelo Numitor en el trono de Alba Longa y fundaron, como colonia de ésta, una ciudad en la ribera derecha del Tíber, en el lugar donde habían sido amamantados por la loba, para ser sus Reyes.

Un día, los hermanos discuten sobre el lugar donde fundar la ciudad y deciden consultar el vuelo de las aves. Rómulo ve doce buitres volando sobre el Palatino y Remo divisó seis en otra colina. Rómulo, para delimitar la nueva ciudad, traza un recuadro con un arado en lo alto del monte, jurando que mataría a quien lo traspase. Remo desobedeció, cruzó con desprecio la línea y su hermano lo mató, quedando como primer Rey de Roma. Esto habría ocurrido en el año 753 aC, según la versión de la historia oficial romana.

Los siglos III y el II aC estuvieron caracterizados por la conquista romana de Oriente y del Mediterráneo. Luego vendrían las conquistas en Europa, llegando hasta Gran Bretaña, España, Egipto y el Golfo Pérsico, pero además se registraron revueltas, conspiraciones, guerras civiles, dictaduras. El principio del siglo I, estuvo caracterizado por la difusión de la religión cristiana, predicada en Judea por Jesucristo, bajo el reinado de Tiberio y divulgada por los apóstoles en gran parte del imperio. ​

El 12 de enero del año 49 aC, Julio César tomaría una de las decisiones más importante  de su vida, tras volver victorioso a Roma después de su campaña en las Galias.

La ley romana prohibía a los generales entrar en Italia con su ejército porque se consideraba una amenaza, por lo que los generales debían desarmar su ejército antes de atravesar la frontera, situada a lo largo del río Rubicón, bajo pena de ser declarado enemigo público y condenado a muerte. Julio César conocía la ley, pero igual decide cruzar el Rubicón sabiendo que este gesto significaría la guerra civil contra los cónsules de Roma. Julio César pronunció famosa frase Alea jacta est (la suerte está echada), antes de cruzar el río con sus tropas. No había vuelta atrás y afrontaría las consecuencias. La guerra civil se produjo y acabó con la victoria de César. Desde entonces, se usa la frase Cruzar el Rubicón para referirse al hecho de llevar a cabo alguna acción que puede tener consecuencias que no pueden evitarse.

Nosotros no cruzamos el Rubicón, pero llegamos a Roma desde Nápoles, para descansar de la locura que fue conducir en esa ciudad con reglas de tránsito propias.

Julio Cesar sería asesinado en los Idus de Marzo, fechas consideradas de buen augurio por los romanos. Su muerte en el Senado está considerada el punto de inflexión en la historia de la Antigua Roma y marca la transición de República a Imperio. Shakespeare haría famosa la frase, ¡Cuídate de los idus de marzo! en su versión teatral de 1599. Allí se recrea de forma mitificada la conspiración que acabó con el asesinato del mandatario. En 2011, el actor George Clooney protagonizó y dirigió la película Los Idus de Marzo, desempolvando la expresión en una película, que habla sobre el entramado político para llegar a la presidencia de Estados Unidos.

El Emperador Nerón se haría conocer como el mayor tirano, ya que manda a incendiar Roma, asesinar a varios parientes y llevar a cabo la mayor persecución y matanza de cristianos. Se dice también que fue él quien mandó matar a los apóstoles Pedro y Pablo. El muchacho era una joya.

En junio del 68, lo declaran enemigo público y al huir de la ciudad, llega a la actual Piazza del Popolo y antes de ser capturado, Nerón se suicida con ayuda de su secretario que lo apuñala. Sus últimas palabras fueron: - ¡Qué artista muere conmigo!, porque era un músico aficionado.

En el sitio donde fueron enterrados sus restos, creció un nogal y con el tiempo, en el lugar comenzaron a reunirse brujas y hechiceros que celebraban magia negra, porque decían que el árbol estaba maldito. En el siglo XII, el Papa Pascual II, dijo que la Virgen le dio instrucciones para acabar con esto, realizando un exorcismo, imponiendo tres días de ayuno y oración a toda Roma. Al cuarto día hizo talar el nogal, desenterró los restos de Nerón, los quemó junto con el árbol y arroja las cenizas al río Tíber poniendo fin a la maldición. En ese lugar se construyó una capilla consagrada a la virgen y en 1472, se edificó ahí la actual Basílica de Santa María del Popolo.

En 1940 Italia entra en la Segunda Guerra Mundial y Roma sufrió escasos bombardeos y apenas resultó dañada, pero fue el escenario de ataques y masacres, como la que sucedió en la Vía Rasella y en las Fosas Ardeatinas, después de haber sido declarada por los alemanes como ciudad abierta y liberada por los Aliados el 4 de junio de 1944.

Al terminar la guerra, Roma pasó a ser de nuevo la capital de la República Italiana.

Roma en el cine

A partir de los años cincuenta, Roma se desarrolla y se convierte en un destino turístico anhelado, transformándose en capital mundial de la diversión y del cine, de la mano de Hollywood y los estudios italiano Cinecitta.

En 1953, se filma Vacaciones en Roma con Audrey Hepburn y Gregory Peck. Una de las escena se lleva a cabo en la Bocca della Veritá, que es una especie de detector de mentiras antiguo, ya que aquel que metía la mano en la boca de la gran losa labrada, podía pedir un deseo, bajo el riesgo de perder su mano si la persona es mentirosa. La escena más conocida es cuando Peck mete la mano, grita y saca su brazo, pero esta vez le falta la mano (que la tenía escondida en su saco) asustando a la inocente de Audrey.

No hay un origen exacto de la gran losa, ubicada en la Iglesia de Santa Maria in Comedin, pero se cree que era la tapa de un desagüe en la cloaca máxima.

En 1960, Federico Fellini filma La Dolce Vita, con Marcello Mastroianni y Anita Ekberg.

- Marcello, come here!! Le pedía la exuberante actriz a Marcello, mientras estaba dentro de la Fontana de Trevi, en una de las escenas más sexies del cine.

Mastroianni, para hacer la escena necesitó una botella de vodka para calentarse, ya que la escena se rodó una noche de marzo y era el único remedio que encontraron, para pasar el frio de la época y conseguir que el actor rodara la secuencia sin temblar.

La misma escena se repitió años después en la adorable película de amor en la tercera edad de Marcos Carnevale: Elsa y Fred con la genial China Zorrilla, el español Manuel Alexander y “un catto piccolino e bianco”.

En el año 2000 se estrena Gladiador que narra la historia del general Máximo Décimo Meridio quien se gana la estima del anciano emperador Marco Aurelio, que a pesar de tener su hijo, Cómodo, decide que a su muerte sea el general quien ostente el poder hasta que el senado de Roma asuma el gobierno del imperio. Al informar su decisión, Cómodo asesina a su padre y se hace con el poder mandando a matar a Máximo y su familia en Hispania. El no llega a tiempo para salvarlos y es vendido como esclavo. La película termina en una batalla en el Coliseo, donde Cómodo muere y Máximo es herido de gravemente, teniendo una visión de su familia en la otra vida, con quienes se reunirá. Mientras, de fondo suena Hans Zimmer en la voz de Lisa Gerrard quien canta en hebréo “Now we are Free”. Sublime.

En el 2009, llegará la película Ángeles y Demonios, protagonizada por Tom Hanks, con intrigas y asesinatos de los candidatos papables en la ciudad del Vaticano, de la mano de los Illuminati, mientras en la Capilla Sixtina de celebra el conclave. Un lugar sagrado que ha perdurado todos estos años y que cuenta con uno de los más importantes museos de la historia y varias maravillas de la arquitectura. Con imágenes de la Plaza de San Pedro, construida por Bernini y fondo de la Basílica de San Pedro.

Un año después aparece Julia Roberts con Comer, Rezar, Amar y en su estadía en Roma donde ella se rinde a los placeres de las pizzas, las pastas y los helados en las trattorias del Trastévere, pero además recorre Piazza Navona con sus artistas callejeros y los cafés acogedores y su espectacular fuente o mientras se deslumbra en la Isla Tiberina o visita el Panteón de Agripa.

El cine italiano recibió un nuevo Oscar a Mejor Película Extranjera en 2014 con La Gran Belleza, con Roma como telón y algunos raros personajes, como princesas que juegan cartas en sus palacios, cirujanos que hacen intervenciones como si fuesen carniceros, mafiosos de incógnito, artistas acabados o cardenales rendidos ante el altar de la buena mesa. Una de las escenas más conocidas se realizó en El Jardín de los Naranjos, desde donde podes ver las siete colinas de Roma y la cúpula de San Pedro en el horizonte a través del ojo de una cerradura en el Palacio de los Caballeros de la Orden de Malta, cerca del jardín. Si observas bien, podes ver tres fronteras al mismo tiempo, pues estas mirando en el horizonte la cúpula de Miguel Ángel, ubicada en el Vaticano, los jardines del Palacio de los Caballeros de Malta que es territorio de la orden, mientras pisas suelo italiano. Algo raro no?

La ciudad fue escenario de muchas películas más, pero también algunas series como El joven Papa que muestra las intrigas del Vaticano; Spartacus, que narra la vida de quien combatió contra el Imperio Romano y también Suburra que retrata la vida de la mafia y los bajos fondos de la ciudad.

Todos los caminos conducen a Roma

La ciudad tiene mucho para mostrar y de verdad necesitas tiempo para hacerlo, pero vamos de a poco y te cuento:

El Coliseo, conocido como Anfiteatro Flavio. Al verlo retrocedes 2.000 años. Una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, con capacidad para 60.000 espectadores. Allí los emperadores distraían al pueblo con peleas de gladiadores, recreaciones de batallas o ejecuciones de prisioneros. Muchos elementos arquitectónicos se perdieron con el paso del tiempo, pero todavía luce imponente y sigue siendo el lugar más visitado de Roma, con más 6 millones de turistas al año que hacen interminables colas que en temporada alta puede llegar a ser de dos horas.

En el año 1349 hubo un terremoto que destruyó parte de su estructura y se puede notar cuando lo visitas. El interior tiene kilómetros de pasillos abovedados y de escaleras y es una obra pensada para garantizar el movimiento fluido de los carros, las personas y las fieras que participaban de los espectáculos. En esa época, tenía una cubierta de tela desplegable que era accionada por poleas. Y durante las batallas, el emperador salvaba al gladiador mediante la posición de su pulgar, representando la vida o la muerte del luchador vencido.

Muy cerca está el Arco de Constantino erigido en 315 para conmemorar la victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio, el 28 de octubre de 312. Ese emperador se convirtió al cristianismo y detuvo la persecución de los cristianos, creando libertad de culto en el Imperio romano.

El arco es uno de los únicos tres que han llegado a nuestros días, los otros dos son el arco de Tito y el arco de Septimio Severo, ambos en el Foro Romano que es otro de los lugares a visitar.

En ese lugar, lleno de ruinas de templos y edificios se desarrollaba la vida social, cultural, política y económica de la ciudad. Acá se fundó Roma y desde acá podes recorrer la Vía Sacra donde se concentraban los edificios importantes y el Circo Máximo, un enorme estadio abierto de 600 metros de largo por 140 de ancho, con capacidad para 250.000 personas, donde se desarrollaban carreras de cuadrigas y aún se conservan algunos restos. Te aseguro que ver la enorme explanada hace volar tu imaginación.

Por su parte el Trastévere es uno de los barrios más famosos de la ciudad, repleto de rincones llenos de encantos, tiendas artesanales y tabernas con aire bohemio, que lo convierte en uno de los sitios más bonitos de Roma. Para visitar el Trastévere lo mejor es ir sin prisas. La mejor manera de recorrerlo es caminándolo, ya que es un verdadero laberinto de callejones estrechos y pasadizos empedrados.

El nombre deriva del latín y significa Más allá del Tíber. En sus comienzos fue un poblado de las clases sociales humildes de Roma, del otro lado del río. En la actualidad, es un barrio reconocido por su vida nocturna y bohemia, donde podes descubrir iglesias, monumentos, curiosos sitios y obras de arte de gran valor. Te recomiendo pasear al atardecer por sus callejuelas adoquinadas hasta llegar a la bonita Basílica de Santa María y acabar la jornada cenando pasta o pizza en alguno de los mejores restaurantes, como la Prosciutteria, Da Enzo, Dar Poeta o Tonnarello.

La Basílica de San Pietro in Vincoli es una de nuestras favoritas entre las cientos de iglesias que ver en Roma. La basílica está algo escondida y fue construida en el siglo V para guardar una reliquia, las cadenas con las que ataron a San Pedro en Jerusalén, durante su encarcelamiento. La leyenda cuenta que la emperatriz Eurodoxia, la esposa de Valentiniano III, le regaló éstas cadenas al papa León I el Magno y cuando este las comparó con las cadenas del primer encarcelamiento de San Pedro en la cárcel de Roma, las dos cadenas se unieron milagrosamente. Las cadenas se guardan en un relicario bajo el altar principal de la basílica. Sin embargo, no es la cadena de San Pedro lo que ha dado notoriedad a esta iglesia. Desde 1545 se puede admirar una de las obras maestras del arte del siglo XVI, el Moisés de Miguel Ángel en el mausoleo del Papa Julio II. Te aseguro que la búsqueda de ésta iglesia, sólo por ver la espectacular obra, vale la pena. La Basílica es un templo diferente a los demás por su sencillez y su escasa decoración. El mausoleo se encuentra sumido en la penumbra, hasta que algún visitante hace una donación que sirve para iluminarlo, una práctica muy extendida en la mayoría de las iglesias en Roma.

La Piazza della Rotonda tiene una bonita fuente llamada la Fuente del Delfín, diseñada en el año 1575 por encargo del Papa Gregorio XIII. Más adelante, el Papa Clemente XI mando colocar un obelisco de granito rojo. En esta frecuentada plaza, se encuentra uno de los monumentos más visitados de la ciudad, el Panteón de Agripa, en donde se encuentran las tumbas de varios reyes de Italia y varias obras de arte. El personaje más famoso que se encuentra enterrado en el Panteón es el pintor y arquitecto renacentista Rafael.

Según reza la inscripción de la fachada, el Panteón de Roma fue mandado construir por Marco Agripa, mano derecha del emperador Augusto, construido entre los años 118-125 d.C, por este motivo también se le conoce como Panteón de Agripa.

A principios del siglo VII el edificio fue donado al Papa Bonifacio IV y éste lo transformó en iglesia, por lo que en la actualidad presenta un perfecto estado de conservación y lo más sorprendente son sus medidas, el edificio circular mide lo mismo de diámetro que de altura: 43,30 metros y en el centro de la cúpula se abre un círculo de 8,92 metros de diámetro, que permite que la luz natural ilumine todo el edificio. El edificio es uno de los monumentos mejor conservados de la Antigua Roma y constituye una de las obras cumbres de la arquitectura romana, perfecto en el equilibrio, armonía de formas y en su impecable construcción.

Cerca del Panteón siempre hay personas a cualquier hora, fotografiando el edificio o tal vez en alguno de los bares y restaurantes cercano. En nuestra visita a la plaza, fuimos a un típico bar de sándwich y fiambres a degustar unas exquisiteces y te puedo confesar que nos encantó, así que tuvimos que comprar algunas provisiones para el camino.

Te recomiendo que te des una vuelta por acá para pasear, tomar unas fotos y comer.

No todo en Roma es antiguos y como ejemplo está el Monumento a Vittorio Emanuele II, finalizado en 1911 y es difícil irse de Roma sin verlo, ya que tiene un tamaño enorme. Conocido como Altare della Patria, o Il Vittoriano, éste monumento fue realizado en honor del primer rey de la Italia unificada en la gran Piazza Venezia. En su momento, la construcción de éste enorme monumento no fue bien recibido por los ciudadanos de Roma, ya que se destruyó una parte histórica de la ciudad, donde había un barrio medieval. Debido a su forma, al llegar los aliados en 1944, la llamaron La Máquina de Escribir, apodo que luego adoptarían los propios italianos. Además de subir las escaleras para acercarte a la tumba del soldado desconocido, donde hay una llama eterna, vale la pena subir hasta la terraza superior, para disfrutar de la hermosa vista de Roma.

Como no visitar, La Fontana di Trevi, una de las mayores fuentes del barroco romano. Con cerca de 40 metros de frente es una de las obras más monumentales de Roma. Esta fuente, que ocupa todo un lateral de una pequeña plaza, fue finalizada en 1762 e impresiona por la gran escultura de Neptuno guiando su carro tirado por caballos marinos y tritones. Se dice que es la fuente más bonita del mundo y seguramente muchos tengan razón, ya que es uno de los sitios imprescindibles para visitar.

El sitio está atestado de turistas que pugnan por un lugar al borde de la fuente, con el sólo sentido de tomarse una foto o de lanzar algunas monedas. Es común ver peleas y de hecho nosotros las tuvimos. Pero si vas a primera hora por la mañana o por la noche, es posible que tengas un momento de tranquilidad y la puedas disfrutar al máximo.

Con respecto a arrojar monedas a la fuente, te cuento que existe una tradición y dice que quienes arrojan una moneda aseguran su regreso a Roma, pero también se dice que si lanzas dos monedas llegará un nuevo romance y lanzando tres se asegura matrimonio o un divorcio. Pero hay otra leyenda que dice debes arrojar tres monedas con la mano derecha por encima del hombro izquierdo para atraer la suerte. Por las dudas, nosotros lanzamos sólo una, porque si no se podrían cruzar las leyendas.

Se estima que se arrojan unos 3.000 euros por día y el dinero se entrega a Cáritas u  otras asociaciones benéficas, para ayudar a los más necesitados. Aunque también hay  veces que intentan robar las monedas de la fuente y todo el que quiera bañarse en la fuente puede recibir una multa de 500 euros.

Si vas a Roma, te recomiendo visitar la Iglesia de Santa María de la Concepción en la Vía Veneto. La iglesia fue diseñada por el fraile capuchino Michele da Bergamo entre 1626 y 1630 y su hermano, el Papa Urbano VIII, fue el encargado de oficializar la primera ceremonia en el templo.

La iglesia es muy sencilla pero lo más interesante para ver es su Cripta compuesta por seis capillas a lo largo de un pasillo donde hay más de 4.000 esqueletos, traídos desde una fosa común de la Vía dei Lucchesi. Muchos de los huesos están unidos de manera intencional, en un deseo de crear con ellos, símbolos o escenas asociadas a la muerte y a la religión cristiana. En sus paredes y techos se ven rosetones o cruces, formadas por tibias, fémures, cráneos y costillas, agrupados para mostrar lo efímera que es la vida. En la cripta también hay cuerpos momificados de frailes capuchinos, varios de ellos vestidos con el hábito de su orden.

La razón por la que se aglutinaron y dispusieron de este modo los esqueletos en este espacio no es clara. Lo que sí parece probable es que fueron los monjes capuchinos huidos de Francia los que crearon, antes de 1793, este singular espacio de reposo, cuyos nombres de las seis capillas hacen alusión a los huesos allí contenidos: capilla de las tibias, de las calaveras, de los tres esqueletos, de la resurrección. Al entrar al sitio ves la inscripción: “Como vosotros nosotros éramos, como nosotros vosotros seréis”.

Un sitio interesante para visitar, aunque un poco tétrico.

El Vaticano

Por supuesto en Roma, también visitamos El Vaticano, que con una superficie de 44 hectáreas, es el estado independiente más pequeño del mundo, tanto por el número de habitantes como por su territorio. El Vaticano comenzó su existencia como Estado independiente en 1929 tras el Pacto de Letrán entre la Santa Sede y el Reino de Italia. El jefe de Estado es el Papa, lo que se considera una teocracia y es la última monarquía absoluta de Europa ya que ostenta los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. El Papa Francisco, delega las funciones de gobierno en el secretario de Estado y todo el conjunto que conforma la Ciudad del Vaticano fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984.

La Plaza de San Pedro fue realizada por Bernini entre los años 1656-1667, en el reinado del Papa Alejandro VII, está compuesta por dos partes: uno trapezoidal y otro de forma elíptica. Según dijo Bernini “siendo la Iglesia de San Pedro madre de todas las otras, su pórtico debe brindar una acogida maternal, de brazos abiertos a los católicos, para confirmarlos en la fe, a los heréticos para reunirlos en la Iglesia y a los infieles para iluminarlos con la fe verdadera”.

La Basílica de San Pedro, es el templo más grande e importante del catolicismo y solo por ver la Piedad de Miguel Ángel, la estatua de San Pedro o el Baldaquino de Bernini, vale la pena la visita. Y si además podés subir a la impresionante cúpula, que te permite tener las mejores vistas de la Plaza de San Pedro y de Roma, ya no tenes excusa. Pero también podes bajar a la Necrópolis Vaticana, bajo la Basílica, para ver el lugar donde se dice fue enterrado San Pedro.

Vale la pena visitar también los Museos Vaticanos, que reúne una de las colecciones de arte más importantes del mundo y los visitan más de 6 millones de turistas al año, en donde se exhiben grandes tapices, mapas cartográficos, pinturas de Rafael, la Escalera de Bramante o la gran joya del museo, la Capilla Sixtina de Miguel Ángel con su famosos frescos de La Creación de Adán y El Juicio Final. Saliendo del museo hay una colección privada del Papa Francisco, con camisetas de futbol, fotos de equipos, balones, copas de su club en Argentina y varias cosas más.

Ya al salir de Vaticano, te encontras con el Castillo de Sant’Angelo, a orillas del Tíber al cual cruzas por un puente peatonal, flanqueado por estatuas de los apóstoles Pedro y Pablo. El castillo, construido como mausoleo para el emperador Adriano, fue finalizado en el 139 y está coronado por una estatua del Arcángel San Miguel. Vale la pena subir las 5 plantas por una rampa en espiral para ver las estancias Papales y para disfrutar de las vistas de la ciudad y el Tíber, desde la terraza superior.

Como curiosidad te cuento que hay un corredor secreto que conecta el castillo con la Ciudad del Vaticano, para que en caso de peligro, el Papa pudiese escapar.

Roma tiene mucho para ofrecer y es necesario que la descubras de a poco. En el siguiente video, continuación del viaje por Costa Amalfitana, te mostramos como nos fue en nuestra visita a ésta hermosa ciudad, con una escapada hasta la romántica Florencia. Disfrutalo.  

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