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Extremo: Se cosió la boca para que liberen a su hermano preso

Un joven de 24 años tomó la extrema medida y se manifestó frente a los Tribunales de San Justo para pedir por la excarcelación de su familiar. "Lo culparon por robar en un supermercado y es inocente, le están arruinando la vida por algo que no hizo", expresó. El único testigo del caso declaró a favor del acusado.
martes, 11 de junio de 2019 · 22:23

Un joven de 24 años se cosió la boca frente a los Tribunales de San Justo, partido de La Matanza, en modo de protesta para que liberen a su hermano que está detenido hace más de un año por "un delito que no cometió". Luego de su desesperada manifestación, autoridades a cargo del caso le prometieron "revisar el expediente". El resto de la familia del acusado ya había sido noticia por encadenarse en la puerta del mismo establecimiento.

Carlos Javier González, de 25 años, está alojado en la unidad penal de González Catán desde abril de 2018, acusado de robar en un supermercado. Sin embargo, sus parientes aseguran que está imputado "injustamente" ya que no hay pruebas en su contra.

"Mi hermano estaba en mi casa cuando se concretó el asalto. El único testigo declaró a su favor. No tiene que estar preso ni un solo día", dijo Gustavo Yamil, de 24 años, quien se presentó, una vez más, en la puerta de los Tribunales de San Justo, en la calle Mendoza al 2400, para reclamar por la liberación de Carlos. Empero, cansado de no encontrar respuestas, decidió tomar una medida extrema y se cosió la boca.

"Así me van a escuchar mejor", escribió Gustavo en un cartel y se presentó en sede judicial junto a un grupo de personas para pedir por la liberación de su hermano. Luego de pasar horas sin poder ingerir alimento alguno ni líquidos, un fiscal salió a decirle que "el expediente del acusado será revisado".

"Me cosí la boca porque estoy desesperado. A mi hermano le están arruinando la vida por algo que no hizo. No soy tan boludo de tomar semejante decisión por alguien que robó. Es inocente y nadie nos ayuda ni nos presta atención", manifestó Gustavo, quien ya se sacó los hilos de sus labios pero asegura que volverá a hacerlo si su familiar no es liberado.

Agregó: "Decidí coserme la boca porque me cansé de ver sufrir a mi familia. Lo decidí yo, como hijo y como hermano, por mi propia voluntad, solo pido ayuda. Somos pobres y hacen lo que quieren con nosotros, parece que no tenemos derechos. Mi mamá les pidió de rodillas que revisasen la causa porque no hay pruebas en contra de mi hermano, pero los jueces se le rieron en la cara".

Carlos Javier, detenido desde abril del 2018.

La denuncia en contra del detenido

Carlos Javier permanece alojado en la Unidad N°43 del penal de González Catán desde el 27 abril del 2018, acusado de haber asaltado cuatro días antes en un supermercado chino situado en el kilómetro 46. "Ese día mi hermano estaba en mi casa, a más de 70 cuadras de distancia. Tiene testigos", dijo Gustavo.

El 23 de abril del año pasado al menos 7 hombres armados y con chalecos antibala ingresaron con fines de robo en el comercio de origen asiático, de Virrey del Pino. Se llevaron dinero en efectivo, mercadería, celulares y una computadora con las filmaciones del de las cámaras de seguridad.

Cuatro días después, Carlos fue con dos amigos a comprar un cajón de cervezas y algunas mercaderías a ese mismo negocio. Al llegar a la puerta, él y sus compañeros fueron recibidos a los golpes por el custodio del local. El empleado llamó a la policía y los acusó de ser los ladrones de aquella vez. Efectivos los trasladaron a la comisaría y luego de un par de jornadas liberaron a dos de los tres detenidos. Sin embargo, Carlos continúa tras las rejas.

"La denuncia es falsa. Ya llevamos testigos y, aún así, no lo sueltan. No se comprobó absolutamente nada. No hay pruebas, el único testigo que tienen declaró a favor de mi hermano. Allanaron mi casa y no encontraron nada. Queremos justicia, mi familia está sufriendo", manifestó Gustavo.

El próximo jueves se volverá a presentar ante los Tribunales de San Justo y no descarta coserse los labios otra vez. A comienzos de año la familia de Carlos ya se había encadenado frente a este establecimiento por el mismo motivo.

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