Argentina

Los factores psicológicos, principales responsables de la falta de productividad laboral entre los argentinos

¿Qué hace que una empresa funcione correctamente y produzca beneficios?
viernes, 16 de agosto de 2019 · 17:40

¿Qué hace que una empresa funcione correctamente y produzca beneficios? Damos por sentado que lo prioritario es que tenga profesionales cualificados como conductores, que actúen con responsabilidad y desempeñen correctamente sus funciones, pero también es cierto que personas muy válidas pueden bajar su rendimiento si no se encuentran cómodos en el entorno laboral. Un ambiente desagradable o un trato vejatorio por parte de los directivos pueden llevar a resultados como una incapacidad por parte de los trabajadores para desarrollar de manera óptima sus funciones. Siempre se ha dicho que los trabajadores deben sentirse valorados y que un jefe sin trabajadores deja de ser jefe porque no tiene a quién mandar, por lo que es conveniente velar por su bienestar en la empresa si no deseamos que terminen por dejar de rendir.

Un estudio reciente del Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo 21 indica que más de un 40% de los trabajadores argentinos padecen de Burnout o Síndrome de Agotamiento Laboral. No consiguen desconectar cuando termina su jornada (una tendencia más frecuente en mujeres, que por norma general suelen ocuparse de las tareas del hogar cuando regresan a casa), y esto se traduce en alteraciones y trastornos del sueño, con lo que no se descansa correctamente y se acude al trabajo al día siguiente son una buena base de bienestar. El Burnout suele presentar síntomas como no sentirse lo suficientemente capacitado para el puesto, pensar que no tiene ningún sentido ni propósito la función desempeñada o que no se forma parte real del proyecto de empresa.

Siendo conscientes de que los gerentes y directivos deben cuidar estos aspectos y procurar que los trabajadores se sientan valorados, también estos mismos pueden tratar de cambiar su perspectiva personal frente a su vida profesional. Dos personas en igualdad de condiciones tanto en su entorno familiar como en el laboral pueden presentar diferentes reacciones, algunas más saludables que otras, por lo que no todo será labor de los jefes o responsables de equipo, sino que cada cual debe velar por su propia salud mental. En este sentido, las técnicas de Mindfulness o Atención Plena pueden ayudar bastante y suponer una alternativa frente a terapias con profesionales luego de la jornada laboral, que pueden incluso estresarnos más aún por tener como consecuencia una agenda todavía más apretada.

El Mindfulness se lleva practicando alrededor de 2.500 años y, si bien muchos lo asociarían directamente a doctrinas religiosas, filosóficas o místicas, es una parte esencial de las terapias cognitivas y psicoterapias, y se han realizado también numerosos estudios científicos para probar su efectividad. Entre sus puntos claves para practicarlo correctamente se encuentran centrarse en el momento presente, controlar la respiración, valorar y agradecer el aquí y el ahora, aceptarse a uno mismo en vez de tratar de cambiarse y sobre todo, vivir con los cinco sentidos para recibir todo tipo de estímulos que pueden ayudarnos a sentirnos mejor sin necesidad de buscar más allá de lo que nos rodea.

Se ha demostrado que una práctica correcta del Mindfulness, aparte de reducir el estrés y la ansiedad, mejorando consecuentemente la estabilidad emocional, ayuda a controlar otros aspectos físicos como el insomnio, la tolerancia del dolor, el síndrome del intestino irritable o la presión arterial, aparte de mejorar la memoria y la creatividad, lo que también afecta a una resolución de problemas mucho más efectiva. Está claro que muchas veces nuestras capacidades están dentro de nosotros, aletargadas, esperando la fórmula mágica que las active. El Mindfullness es una manera más de potenciar la confianza en nosotros mismos para recuperar las riendas y la perspectiva de la situación. Lo que es obvio es que, si logramos vencer algo como el Burnout, no sólo mejoraremos nuestra relación con el entorno laboral, sino que, una vez finalizada la jornada, nuestra vida social, sea con la familia o al margen de ella, también mejorará sustancialmente, lo mismo que la salud física, por lo que merece la pena intentar formar parte activa del cambio actitudinal frente a los desafíos profesionales

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