INESPERADO

La macabra confesión de un acusado por el crimen de Gutiérrez

Se trata de Facundo Zaeta, de 19 años de edad.
jueves, 16 de julio de 2020 · 13:15

Actualmente, hay cuatro personas detenidas por el asesinato de Fabián Gutiérrez, el ex secretario de la vicepresidenta Cristina Fernández. Este hombre estuvo desaparecido durante dos días y posteriormente fue hallado sin vida, enterrado en los alrededores de una vivienda de la provincia de Santa Cruz. Recientemente, uno de estos aprehendidos realizó una macabra confesión.

Se trata del detenido de 19 años de edad, Facundo Zaeta, quien es uno de los principales sospechosos de este asesinato, debido a que tuvo una relación sentimental con Fernández. Este joven dio detalles sobre lo que sucedió durante la noche en que se produjo este crimen, mediante un escrito.

Esta serie de confesiones fueron pasadas al papel por los abogados defensores del joven, Carlos Muiete y Jonatan Masters, quienes posteriormente se lo entregaron al juez Penal de El Calafate, Carlos Narvarte, quien esta encargado de la causa. Dentro de este escrito, el detenido mencionó que él sólo se encargó de seducir al ex secretario, para poder robarle una gran suma de dinero. 

"Nunca tuve intenciones de lastimar o quitarle la vida a Fabián Gutiérrez, siempre fui con la idea que me había dado Facundo Gómez, que era robar los dólares que él tenía", expresó este chico de 19 años, responsabilizando a otro de los detenidos, llamado Facundo Gómez.

Zaeta confirmó que él y otro de los detenidos, de apellido Monzón, eran comandados por Gómez. Posteriormente, el acusado menciona que su vínculo con el fallecido comenzó unos cuatro meses antes del asesinato, cuando Gutiérrez se contactó con él por WhatsApp con "intenciones sexuales".

Más adelante en el escrito, se menciona que Zaeta le contó a Facundo Gómez la relación que mantenía con Gutiérrez, dos meses antes del asesinato. En ese preciso momento, Gómez le propuso al chico que continúe seduciendo al ex secretario para poder robarle. 

El plan era "concertar un encuentro sexual, luego reducirlo y taparle los ojos para robarle". Sobre el día del crimen Zaeta expresó: "Siguiendo el plan que me había trazado Facundo Gómez, Gutiérrez me pasa a buscar e ingresamos a su casa. Una vez en su interior, inmediatamente le pegué dos golpes en la mandíbula, porque practico boxeo, y lo desmayé, golpeándose la cabeza cuando cae al piso, por lo que comenzó a sangrar. Lo quise atar con precintos pero se rompían así que opté por hacerlo con unas sogas, con las manos en la espalda, y comencé con una venda a cubrirle los ojos para que no vea nada".

Luego de reducirlo, apareció Monzón en la escena con un distorsionador de voz, para preguntarle a Gutiérrez dónde estaba el dinero, a lo que la víctima contestaba que "no sabía de qué hablaba, que no tenía ningún dinero". En un momento dado, el fallecido logró zafarse y esconderse en un baño, por lo que los tres implicados fueron a buscarlo y comenzaron un enfrentamiento entre ambos, teniendo como resultado el asesinato del ex secretario.

"(Gómez) trae una piedra del patio de la casa y se la da en la cabeza varias veces a Gutiérrez, casi hasta reventarle la cabeza. No tranquilo con eso, agarró la soga y se la pasa alrededor del cuello, ahorcándolo. Me asusté, me asusté muchísimo. Mi único fin era sacarle el dinero, no dejarlo sin vida".

Finalmente Monzón, que era quien poseía el distorsionador de voz, se fue del lugar y dejó a sus dos cómplices para que limpiaran las pruebas. Minutos después, tanto Zaeta como Gómez se bañaron en el lugar, se cambiaron de vestimenta y arrojaron los elementos de limpieza que utilizaron, junto con la piedra con la que golpearon al fallecido. Posteriormente, procedieron a trasladar en una camioneta el cadáver, para enterrarlo en los alrededores de una cabaña que alquilaba Gómez.