OPINION

Sin política no hay túnel

Ya no se trata de una cuestión financiera, de ingeniería o geología, sino de ese barro que empantana el proyecto históricamente y que nuevamente desafía al gobierno de San Juan.
miércoles, 24 de abril de 2019 · 11:40

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan


Picante frase la que empleó el diputado piñerista Sergio Gahona ante la prensa chilena, cuando le recordó al gobernador Sergio Uñac que para bailar un tango hacen falta dos. Fue una referencia directa hacia el entusiasmo del sanjuanino por avanzar en el adormecido proyecto del túnel de Agua Negra, aunque desde el Palacio de la Moneda no acompañen con la misma efervescencia. En rigor de verdad, no fue ni será necesario que le expliquen al pocitano la metáfora del dos por cuatro, porque es buen entendedor. Tanto, que está dispuesto a jugar ahí donde comprendió que está patinando el sueño binacional, en el barro de la política.

Lo dijo el propio gobernador ya de regreso en San Juan, en una entretenida entrevista mano a mano con Banda Ancha, a través del móvil de Canal 13. Reconoció que al túnel, más que presupuesto, estudios geológicos o diseño de ingeniería, le está haciendo falta política. Y no es para ponerse colorado en absoluto. Lo peor que podría hacerse en esta coyuntura sería mirar para otro lado con la falsa pretensión de que aquí no pasa nada. En absoluto: pasa mucho y se cuenta en ese viejo arte de lo posible, como suele definirse a la política.

En definitiva, la historia entera de Agua Negra, hasta ahora, se ha escrito con más ganas y decisión política que con viento de cola. Todas fueron tempestades de frente, salvo cuando finalmente las entonces presidentas Cristina Fernández de Kirchner y Michelle Bachelet se dieron el abrazo de Maipú y por primera vez instruyeron a sus congresos a dar los instrumentos legales para avanzar en serio. Previamente había habido mucha política, involucrando al mismísimo Lula en el dibujo del corredor bioceánico Porto Alegre-Coquimbo.

Vinieron los cambios de gobierno. A José Luis Gioja en San Juan lo sucedió Uñac y el flamante gobernador no tenía que aprender demasiado al respecto. Cosechò la primera alegría cuando, recién asumido, llegó a San Juan el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Moreno, a firmar el compromiso de financiamiento por unos 1.500 millones de dólares para la monumental obra, que algunos se atreven a comparar con el canal de Panamá por su magnitud. Todo parecía lo suficientemente aceitado. Avanzó el proceso de convocatoria y precalificación de consorcios. Hasta que empezaron los pretextos. De uno y de otro lado de la cordillera, desde Santiago y desde Buenos Aires también.

Que si los costos adicionales derivados no tenían padrino, o si, más recientemente, aparecieron dudas acerca de la factibilidad geológica para perforar la montaña en un tramo de alrededor de 15 kilómetros, como no se hizo nunca jamás en la Cordillera de los Andes hasta ahora. Uñac viajó a Coquimbo para recordarles a los chilenos que San Juan financió con recursos propios superiores a los 40 millones de dólares todos aquellos estudios hace tiempo ya. Tanto que algunos parecen haberlo olvidado.

El pocitano fue tapa de los diarios serenenses y coquimbanos todo el fin de semana. Con eso alcanza por ahora. El mensaje llegará a donde tenga que llegar. Piñera ya lo conoce. Y sabe que esta pequeñísima provincia, de cuentas ordenadas y superavit fiscal, tiene la voluntad de pagar costos adicionales que puedan surgir. No se trata de cuestiones financieras. Ni de ingeniería o geología. Se trata de política. Y es ahí donde Uñac está jugando, en la arena que posiblemente resulte más difícil, pero al mismo tiempo, la que mejor conoce.


JAQUE MATE

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