OPINIÓN

El dueño de la pelota, la cancha y el silbato

Arrancó el año político anticipando el 2023. Todo el arco dirigencial en ascuas, atento al siguiente movimiento de Sergio Uñac.
lunes, 14 de febrero de 2022 · 10:00

Amaneció temprano el 2022 para la política, con la mira puesta en 2023. Ya se respira el clima de precampaña, aunque paradójicamente sea políticamente incorrecto reconocerlo. Ningún dirigente lo haría a esta altura. No en público. Pero el cabildeo desenfrenado es prueba cabal de los nervios. De vez en cuando también se cuela alguna acción pública, a la vista de todo el mundo, que desnuda la carrera de posicionamientos.

Está claro que la preocupación de Marcelo Orrego por la crisis hídrica es legítima. Lo es tanto como la preocupación de Sergio Uñac. Sin embargo, la conferencia de prensa convocada hace dos semanas -el 3 de febrero- por el pleno de la mesa de Juntos por el Cambio para pedirle al gobernador la creación de un Ministerio del Agua y la conformación de un fondo específico, tuvo la marca de la política. Fue una acción tendiente a ganar notoriedad respecto de un tema de altísima sensibilidad.

Pudo ser también la primera muestra de un nuevo modo de presentarse ante la sociedad, con un temperamento propositivo. Bien acorde al teorema de Baglini, el extinto diputado mendocino por la UCR. Él acuñó un axioma que describe a la perfección el comportamiento político: cuanto más lejos está alguien del poder, más irresponsables son sus declaraciones. Cuando está más cerca, se vuelve más sensato y razonable.

Orrego y la mesa de JxC el 3 de febrero: plan contra la crisis hídrica

La proximidad de Orrego al poder tiñe todas sus acciones de una prudencia explícita. Puede algún otro integrante de Juntos por el Cambio ensayar un discurso más picante. Pero no será el santaluceño quien lleve la bandera de los halcones. Con ese perfil hasta ahora le fue bien y se convirtió en el indiscutido rival de Uñac para 2023.

Pero Uñac tiene -más allá de los aciertos y errores en la gestión- una carta fundamental: definir las reglas electorales para el año próximo. Sentó las bases de ello cuando sus diputados y diputadas impusieron sobre tablas la supresión de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias. El asunto fue judicializado por los legisladores del giojismo y prosperó la cautelar que puso todo en pausa. Sin embargo, el paréntesis no se puede extender indefinidamente.

A diferencia del giojismo, el uñaquismo estima que la Justicia ratificará la eliminación de las PASO. En el oficialismo no hacen planes de un 2023 con doble instancia electoral, sino con una sola convocatoria para la general. Previamente habrá que definir un mecanismo de internas partidarias. Y ahí está el motivo central del desvelo colectivo.

Si Uñac tiene decidido cómo será el sistema sustituto de las PASO para definir candidaturas, es un secreto que guarda bajo siete llaves. En su entorno, absolutamente todos aseguran que no está resuelto. Hay quienes hasta se atreven a mencionar el regreso de la ley de lemas, con algún retoque para aligerar su carga negativa. Por ejemplo, ponerle coto al festival de listas para evitar la multiplicación ridícula -y la posterior sumatoria de votos- que termina distorsionando los resultados.

Pero no tiene sentido detenerse en el regreso de la ley de lemas porque es solo un rumor. No el único, por cierto. Algunos socios minoritarios del Frente de Todos no le temen a esa receta, sino a otra. Dicen que si las candidaturas se resuelven en una sola interna entre afiliados, obviamente siempre ganará el justicialismo porque tiene el padrón más numeroso. 'Te matan antes de empezar', reflexionó una dirigente de vasta trayectoria.

Uñac tiene tiempo todavía para resolver. Va a jugar con los plazos todo lo que sea necesario. Evaluará cada escenario potencial. El primero, que aparece en todos los tableros, lo pone a él a competir frente a frente con Orrego. El gobernador es, por el momento y a juicio de buena parte de su espacio, el único candidato viable. El más competitivo. El que está en condiciones de confrontar con el santaluceño en ascenso.

Uñac jugará en lo provincial y si hay que dar batalla judicial, la dará, con la tranquilidad y la convicción de que lo asiste el derecho político, el mismo que promovió José Luis Gioja en 2011 con la enmienda constitucional para acceder a un tercer mandato. Igualmente no será un camino pacífico.

Pero siempre y desde el arranque, será Uñac quien defina las reglas del juego. Tiene números holgados en la Legislatura para establecer cómo serán las internas partidarias. Lo demostró en aquella explosiva sesión del 16 de diciembre de 2021 que detonó la ruptura con el giojismo. Aparentemente el proyecto normativo se cocinará en este primer semestre.

Como en 2019, los sanjuaninos y las sanjuaninas tendrán elecciones desdobladas y bien despegadas de Nación. Hasta ahora las fechas tentativas son el 19 de marzo para las internas y el 4 de junio para las elecciones generales. Los independientes que no tengan ficha de afiliación solo tendrán que asistir una vez al cuarto oscuro. Era lo que pedía el 70 por ciento de la opinión pública, según los sondeos difundidos para justificar la eliminación de las PASO.

La letra fina de las elecciones está todavía en elaboración. Arden los celulares y las mesas de café. Pero son puras especulaciones, alimentadas por la ansiedad de no saber. Mientras tanto, hay un solo dueño de la pelota, la cancha y el silbato.


JAQUE MATE