JAQUE MATE

Uñac 2023 se subió al colectivo

Si decide dar la batalla para ser candidato a gobernador nuevamente en 2023 o si pega el salto a lo nacional, eso todavía es indescifrable. Pero hay indicios para analizar.
martes, 3 de mayo de 2022 · 10:27

Si Sergio Uñac decide dar la batalla constitucional para ser candidato a gobernador nuevamente en 2023 o si pega el salto a lo nacional, eso todavía es indescifrable. Es más, podría decirse que sería precipitado descubrir sus intenciones con tanta anticipación. En política una de las variables más importantes siempre fue el manejo de los tiempos. El pocitano no debería tener apuro alguno, más allá de que hay indicios interesantes para analizar.

Cada vez que algún funcionario provincial mencionó el 'modelo San Juan', sugirió la proyección nacional de Uñac. Esa estrategia anotó nuevos capítulos en las semanas recientes. Consideran que está abierta la puerta para al menos intentar correr esa carrera con destino en Buenos Aires.

La incertidumbre nacional aparece como un arma de doble filo. Las tensiones internas en el Frente de Todos, las diferencias visibles entre Alberto y Cristina, generan una expectativa de renovación. La llegada de figuras frescas podría suponer un salto adelante para superar la fractura. Barajar y dar de nuevo, como tantas veces hizo el peronismo desde el regreso de la democracia a esta parte. Esa condición pragmática, camaleónica, le permitió anotar varias victorias electorales en tiempos críticos. Carlos Menem y Néstor Kirchner fueron ejemplos de ello.

Al mismo tiempo, sería inútil embarcarse prematuramente en una carrera presidencialista sin atar respaldos nacionales sólidos. Uñac y su entorno lo saben. Por lo tanto, todo paso que den en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el resto del país estarán contenidos por la cautela. Hoy pareciera que alcanza con aparecer en la línea de largada. Después, las circunstancias dirán.

Uñac ya aparece en esa línea de largada. El miércoles 27 de abril el diario La Nación lo incluyó en la lista de 'Los candidatos que asoman en el oficialismo para pelear por la presidencia en 2023', a la par de Alberto, Sergio Massa, Wado De Pedro, Jorge Capitanich, Daniel Scioli, Juan Manzur y Sergio Berni. Nótese lo variopinto de la selección. La amplitud de nombres se condice con la precariedad de la nómina. Es un ensayo. Pero peor sería no figurar. Y el sanjuanino está.

A diferencia de las elecciones provinciales que no tienen calendario y el sistema de votación todavía está en discusión, en lo nacional hay definiciones reguladas por ley. Habrá primarias en agosto y generales en octubre, con eventual balotaje en noviembre. Por lo tanto, las definiciones de aquello quedarán para el segundo semestre de 2023. Parece mucho, pero el tiempo es relativo.

La semana pasada en la Junta Departamental del PJ en Santa Lucía, el senador nacional Rubén Uñac habló para la militancia de ese distrito. Dijo que él sigue trabajando por el proyecto nacional de su hermano Sergio. Que no ha clausurado las expectativas. Los dirigentes que lo escucharon tomaron nota de esa aspiración y fue así que las palabras de Rubén trascendieron días después. 

Por supuesto, el hermano mayor del gobernador, que nació en cuna política y tiene varias décadas dedicadas a esta actividad, sabía perfectamente que su mensaje iba a correr. Nítidamente, su intención era entusiasmar a la tropa. Si Uñac tiene proyección, habrá entusiasmo para seguir acompañándolo.

En la misma línea, el ministro de Desarrollo Humano, Fabián Aballay, también está aportando su propia cuota de lobby. A diario recibe un incesante desfile de dirigentes en su despacho del Centro Cívico. Algunos van a tentarlo para que encare su propia candidatura a gobernador, pero él ha contestado siempre que está trabajando para que Sergio pueda repetir. Pero no es todo.

En paralelo y como secretario de Formación y Adoctrinamiento del PJ, Aballay está armando un ciclo de conferencias con figuras nacionales que vengan a San Juan. Será para hablar del peronismo al más alto nivel. Pero habrá subtexto también. Representará una manera más de enhebrar apoyos para Uñac por afuera de los límites provinciales. Buenos Aires queda muy, muy lejos. Y si Mahoma no va a la montaña, que la montaña venga a Mahoma.
 
Uñac integró la selecta comitiva que encabezó el ministro del Interior a Israel. Allá se encontraba, aprendiendo sobre nuevas tecnologías de riego eficiente, cuando estalló en San Juan el paro de choferes de colectivos dejando a la provincia sin transporte de pasajeros por medio día. Desde el Medio Oriente, el gobernador publicó un posteo que tuvo repercusión nacional por el contenido pero fundamentalmente por el tono.

El posteo de Uñac desde Israel

Habló del reparto desigual de subsidios al transporte: 210 mil millones anuales de pesos para el Área Metropolitana de Buenos Aires contra apenas 46 mil millones para el resto del país, refleja esa discriminación. Denunció que hay 'argentinos de primera y argentinos de segunda categoría'. Y reclamó 'barajar y dar de nuevo'.

Así, desde Israel, Uñac se puso a la cabeza de una protesta federal que rápidamente encontró adhesiones. Fue el tema obligado el pasado jueves 28 de abril, cuando se reunieron los representantes de las áreas de transporte de las 23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En ese encuentro sentaron las bases del Comité Federal de Transporte (Cofetra), el organismo precursor de un consejo de alcance nacional que tenga peso político a la hora de las definiciones. 

El disparador, claramente, fue el reparto desigual de los subsidios que privilegia al AMBA y perjudica al resto de las jurisdicciones, incluida San Juan.

El Cofetra nació como un contrapeso frente a la discrecionalidad que puso en jaque al servicio de colectivos del interior del país, con tarifas forzosamente superiores a las porteñas. La diferencia, por supuesto, radica en la distribución escandalosamente inequitativa. Subirse al bondi en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuesta 18 pesos, contra los 38 que vale en San Juan o los 60 que alcanza en otros puntos de la Argentina. La variación obedece también al esfuerzo que puede hacer cada gobernador con sus propios recursos para amortiguar la tarifa frente a la la inflación galopante. 

¿Y si la guerra por los subsidios se convierte en una bandera de Uñac? Bueno, ya lo es. Se trata de una consigna valiosa para unificar transversalmente a las provincias. El sanjuanino seguramente medirá la energía del reclamo, para no confrontar abiertamente con la Casa Rosada, con quien sostiene una estrecha relación. No rompería ese lazo. Aún así, la escaramuza le permitió liderar una causa nacional. Alguien por ahí podría pensar que su campaña se subió al colectivo. Y no estaría errado.


JAQUE MATE