JAQUE MATE

Orrego y la calma que precede a la tormenta

Hacia adentro de Juntos por el Cambio, el santaluceño dice que hay tres factores claves que no dependen de él. Esto le permite poner paños fríos a las ansiedades. Pero llegará inevitablemente la hora de decidir.
martes, 16 de agosto de 2022 · 10:30

Hay tres cosas que Marcelo Orrego repite hacia adentro del Frente Juntos por el Cambio. Las tres apuntan a una misma conclusión: el escenario no depende de él. Como ya se dijo en Banda Ancha en un 'Tejadato', esto le genera un enorme alivio al líder de la oposición. Los tres factores en cuestión están atados al PJ, al gobernador Sergio Uñac o a la Justicia.  

Al hacer esta descripción, Orrego se quita transitoriamente un peso de la espalda. El primero de los tres aspectos tiene que ver con la derogación de las primarias abiertas simultáneas y obligatorias

Para Orrego, lo ideal sería mantener ese esquema electoral en 2023. Le resolvería un problema -que eventualmente se va a notar- y es el de compatibilizar las aspiraciones en los departamentos. Nadie le niega a él la preferencia para encabezar la fórmula a gobernador, independientemente de la receta que se pueda encontrar para incorporar a Fabián Martín a la discusión.

Las PASO le garantizarían a Orrego un esquema súper conocido que abriría el juego y terminaría dándoles la posibilidad de competir a todos los que tengan alguna intención. Ahora bien, la derogación o el sostenimiento de las PASO hace tiempo escapó a las posibilidades de Juntos por el Cambio.

Los partidos que integran el frente acudieron a la Justicia para defender el sistema ante la derogación sancionada el 16 de diciembre del año pasado. Les fue bien en primera instancia pero como es sabido a fines de la semana pasada perdieron en segunda instancia. Ahora les queda la apelación a la Corte de Justicia o eventualmente a la Corte Suprema, pero los caminos para restituir aquel sistema electoral se van achicando.

De todas maneras ahí tendrá Orrego una buena justificación para seguir pateando hacia adelante las decisiones. Si no tienen sistema electoral, no pueden hablar de candidaturas, más allá de que alguno o alguna tenga más apuro que otro en cada uno de los 19 departamentos.

El segundo factor que dice Orrego que escapa a su voluntad y a sus posibilidades es el sistema sustituto, si efectivamente las PASO quedan derogadas para siempre. La posible restitución de la Ley de Lemas que aparentemente el panperonismo está incubando por fuera de la Legislatura no agrada en la oposición, básicamente poque la sumatoria de candidatos en los departamentos siempre favorecería al frente mayoritario, porque cuenta con mayor cantidad de dirigentes.

Juntos por el Cambio tiene varios candidatos en algunos departamentos. En otros todavía tiene que seguir construyendo figuras competitivas. El espacio opositor en las elecciones legislativas de 2021 obtuvo un resultado excelente en el Gran San Juan pero el Frente de Todos compensó con los departamentos periféricos. 

Es ahí, en los departamentos más alejados, donde a Juntos por el Cambio le cuesta más instalar figuras competitivas. La Ley de Lemas supone una sumatoria en la que siempre gana o casi siempre gana el que más candidatos tenga para acumular. El que va con uno solo, salvo que tenga una gran figura rutilante, jugará a pérdida.

Es lo que están viendo en el entorno de Orrego. Pero en definitiva es un tema que también escapa a sus posibilidades, a su margen de acción. Para implementar la Ley de Lemas hace falta básicamente una cuestión numérica. En la Legislatura Provincial bastará un acuerdo entre uñaquismo y giojismo que ya se cocina a fuego lento, para alcanzar los dos tercios de los votos en una sesión especial. 

Así podrán modificar la ley 613 N y finalmente sancionar una Ley de Lemas para el año que viene. Por supuesto Juntos por el Cambio -como ya anunció- irá a la justicia para iniciar nuevamente el derrotero, alegando que una reforma electoral a esta altura es improcedente. 

Pero la carrera electoral estará iniciada y las reglas para el año 2023 -hasta que algún juez dicte una resolución que lo altere- será la Ley de Lemas. Frente a ese escenario, Orrego también podrá decir a los suyos, como ya lo está diciendo, que es algo que escapa absolutamente a su voluntad.

El tercer factor que argumenta Orrego frente a los suyos en la víspera de este año electoral es que la fecha del calendario tampoco depende de él, sino de Uñac exclusivamente. Es un aspecto que va a incidir.

¿Cuán desdobladas, cuán lejos estarán las elecciones provinciales de las nacionales? Hoy por hoy es un misterio. Será decisivo a la hora de plantear las estrategias de oficialismo y de oposición. 

Podría Uñac igualar lo que hizo en las elecciones de 2019 cuando hubo comicios generales el 2 de junio y entonces quedó todo el segundo semestre reservado para lo nacional. O bien podría solapar ambos calendarios electorales y en tal caso, si pusiera fechas muy cercanas, estaría impidiendo de facto que los dirigentes de Juntos por el Cambio puedan jugar con dobles candidaturas o candidaturas testimoniales.

Ya sucedió en 2019, cuando Orrego fue candidato a gobernador el 2 de junio y luego fue candidato a diputado nacional en agosto en primarias y en octubre en generales. Así ganó la banca que ocupa. Uñac tiene hoy el poder de evitar que eso se repita. Puede impedir que quien sea candidato gobernador sea también candidato a senador el año que viene. Bastaría con superponer un calendario con el otro.

Seguramente será un desafío para la oposición acomodarse sobre la hora. Mientras tanto, caminan a tientas. Pero para Orrego no deja de ser un alivio también, porque le permite aplacar las tensiones internas que están bien disimuladas. En San Juan no hay ninguna figura como Elisa Carrió, que la semana pasada se encargó -¿cuándo no?- de dinamitar por los aires la sociedad con los integrantes más importantes de la mesa a nivel nacional.

En San Juan no. Ni siquiera Marcelo Arancibia, que el año pasado tuvo un discurso tan crítico con los colegas de Juntos por el Cambio. En esta oportunidad ha moderado muchísimo sus palabras, sus posteos, sus declaraciones. Está caminando sigilosamente, abonando un acuerdo que todavía no sucedió pero no se puede descartar que ocurra eventualmente. Orrego está receptivo a ellos y así lo ha hecho saber puertas adentro de su espacio. 

Como puertas adentro ha planteado estos tres factores: la derogación de las PASO, el resurgimiento de los Lemas y la fecha del calendario electoral. Como nada de esto depende de él, puede poner paños fríos a las ansiedades, unificar criterios, reiterar que el adversario está enfrente, que no es tiempo de rivalidades internas, que eventualmente llegará la hora de competir y entonces él sabrá definir el camino más conveniente.

Para Orrego, para Juntos por el Cambio y para la oposición en general, son momentos de calma. Pero, cuidado. Puede ser la calma que precede a la tormenta.

 

JAQUE MATE